dissabte, 21 de febrer del 2009

- Doctor, me duele el corazón.

- Normal, está podrido.

En los momentos de silencio de una noche de diversión, esos en los que nadie habla – y ni siquiera piensa -, tú ves como tu mundo se pudre. Mientras hay diversión no importa demasiado que tu mundo se vuelva gris, pero en esos instantes, minutos, incluso segundos, te das cuenta de que esa no es la felicidad que tú quieres.

Miras a tu alrededor i ves que ninguno de los que están allí presentes te quieren, ni les importas. Te das cuenta de que te pudres, un grito de tu corazón intenta salir, pero lo ahogas junto con tus lágrimas.

Recapitulas, y haces un breve resumen de todo lo que has hecho esa noche; hablar de cosas del pasado, decir tonterías, hablar de cosas pasadas y de momentos estelares, decir tonterías, ¿dije ya hablar sobre cosas referentes al pasado? Es todo vacío de significado, y a base de repetir y de recordar los recuerdos – valga la redundancia - estos pierden su significado original.

En esos minutos odias la gente que está a tu alrededor, preferirías estar con otros, que sabes que sí te comprenden, con los que puedes hablar de todo tipo de temas, sin miedo a que se rían, sin temor a que no te comprendan.

Y entonces todo vuelve a rodar, alguien grita; “ACCIÓN”, todo vuelve a correr, tus amigos siguen haciendo girar la botella de cerveza por la mesa, y ríes, y entonces la haces girar tu mismo. Piensas que lo pasas bien, pero no es así, te sientes hipócrita. ¿Cómo es posible? No lo sabes, quizás sea porqué estás dividiendo tu alma. Quieres tirar hacía el futuro, a la velocidad de la luz, pero unas cadenas oxidadas te atan al pasado, es realmente jodido.

¡Oh!, ya me olvidaba, entonces, en medio de la multitud, ves la chica de tus sueños. Casi ni os conocéis… y dudas entre si acercarte o no. Y entonces, tus “amigos” saltan a decir más tonterías. Chicos, ¿no ha habido suficiente por hoy?, piensas. Y te vas, de la misma forma que llegaste, sin decir nada a esa chica, con tu corazón pudriéndose, ¿y todo porqué? Por tu cobardía, por tener miedo a desatarte las cadenas, por tener miedo a un no, por miedo a quedarte solo, por miedo.

Sólo soy un cobarde.

I aún no se porqué, cuando estoy triste las palabras me salen en castellano. En conclusión, el castellano es un idioma triste.

Agradezco los comentarios de la anterior entrada ;)

dissabte, 14 de febrer del 2009

Trencant amb el fals oci

Obro aquest espai per tal de retrobar una antiga afecció, la d’escriure. El nostre món, ple de monotonia, té poques sortides, i una d’aquestes és la literatura. Et permet viatjar tan lluny com vols, i explotar la teva imaginació al 99%, i no només això, sinó ser el creador del teu propi món, decidir Què, Quan, Com, On, i el Per què, ser com les tres Moires de la mitologia grega (Cloto, Làquesis i Àtropos) i decidir la vida de les teves pròpies creacions.

Malauradament un acaba quedant-se atrapat en la teranyina de la realitat, i finalment deixa les coses que li permeten alliberar-se de la feixuga vida, canviant-les pel fals oci de la comoditat, la facilitat i la rapidesa.

Així, i amb idees per a escriure un llibre -o si més no, intentar-ho- queda inaugurat aquest petit espai, “El hombre de Pintura”.  

(Més endavant explicaré la increible història de l'home de Pintura).